En un reciente comunicado titulado "La familia, patrimonio de la humanidad en peligro", el Arzobispo de Antequera-Oaxaca, Mons. José Luis Chávez Botello; y su Obispo Auxiliar, Mons. Oscar Campos Contreras; destacaron la necesidad de cuidar, proteger y promover la familia ante los desafíos que enfrenta actualmente, en ocasión del Día de la Familia, celebrado el primer domingo de marzo.
Tras explicar que en la familia los niños pueden "recibir la educación más eficaz y duradera pero también donde se puede marcar negativamente toda la vida de las personas y perjudicarse así a la sociedad" los obispos enumeran algunos de los desafíos que la familia enfrenta y señalan que "la vida de familia es la iniciación a la vida en sociedad".
"El respeto y el afecto que circula y rodea más a los pequeños y débiles, el trabajo y la autoridad al servicio de todos, la estabilidad y la comunicación en el seno de la familia, constituyen los fundamentos del bien común, de la libertad y la paz, de la seguridad y la justicia, de la convivencia y solidaridad en la sociedad".
Seguidamente los prelados recuerdan que "el niño que respira verdad y honestidad, aprende a confiar en quienes lo rodean; si vive un ambiente de perdón, aprende a levantarse y a enderezarse; si crece entre estímulos, aprende a tener confianza en sí mismo y a superarse".
"¿Qué ambiente están respirando nuestros niños?", cuestionan luego. "Quizá el mayor servicio social que toda persona pueda prestar a su comunidad y al país, es lograr que los suyos sean realmente una familia", añaden.
Finalmente los obispos aseguran que "parte del patrimonio más valioso de nuestros pueblos y de la humanidad es la familia; debe contar con la debida protección cultural, jurídica, económica, social y sanitaria. La familia es insustituible; en nuestras manos está protegerla y fortalecerla".
Tras explicar que en la familia los niños pueden "recibir la educación más eficaz y duradera pero también donde se puede marcar negativamente toda la vida de las personas y perjudicarse así a la sociedad" los obispos enumeran algunos de los desafíos que la familia enfrenta y señalan que "la vida de familia es la iniciación a la vida en sociedad".
"El respeto y el afecto que circula y rodea más a los pequeños y débiles, el trabajo y la autoridad al servicio de todos, la estabilidad y la comunicación en el seno de la familia, constituyen los fundamentos del bien común, de la libertad y la paz, de la seguridad y la justicia, de la convivencia y solidaridad en la sociedad".
Seguidamente los prelados recuerdan que "el niño que respira verdad y honestidad, aprende a confiar en quienes lo rodean; si vive un ambiente de perdón, aprende a levantarse y a enderezarse; si crece entre estímulos, aprende a tener confianza en sí mismo y a superarse".
"¿Qué ambiente están respirando nuestros niños?", cuestionan luego. "Quizá el mayor servicio social que toda persona pueda prestar a su comunidad y al país, es lograr que los suyos sean realmente una familia", añaden.
Finalmente los obispos aseguran que "parte del patrimonio más valioso de nuestros pueblos y de la humanidad es la familia; debe contar con la debida protección cultural, jurídica, económica, social y sanitaria. La familia es insustituible; en nuestras manos está protegerla y fortalecerla".
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